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La Reina (poema)

La reina

Enrique Hernández D'Jesús


De atributos asombrosos
fuera de su propia
inmediatez
suelta las hojas del árbol
y dando
vuelta aún a la conciencia
más tranquila y fácil en sus
potestades
se transforma con mucha
originalidad


Es la fuerza sin fin
la resistencia
lo inalcanzable

 

mantiene convertidos en
grandes piedras a los
seres humanos que
gozaron las horas más
densas en la recóndita
alcoba

 

Me rodeo del silencio
y me veo obligado
con la angustia
a representar los
Amados Mundos

 

Me dejo incitar Atraer
Se me puede tornar la
voluntad en desamparo
Me dejo guiar por sus
señales


Y en el presentimiento le
veo su belleza
su cuerpo de Reina
su poder magnético
la fascinación El desvarío
Mi delirio lo encarna
en su templo


...la mujer hermosa de la
selva, la sirena de los
lugares solitarios del
gran río, que atrae a los
hombres con su
melancólico canto y los
lleva para poseerlos a su
palacio subfluvial...
...es una
hermosa prostituta,
señora de los charcos,
ríos y lagunas,
y posee como
Uyara una libídine
insaciable...

 

Esplendor
palabras en cenizas
morada Es el lecho
los labios
Más allá de la creación
se despierta
con su voluntad
sus ojos Su danza Ritos

 

Sucede que sus amantes
gozan de muchos
privilegios

 

Es una serpiente
emplumada con una estrella
más allá de las divinidades
acuáticas y lunares
Incorpora el azar

 

...Ella y sus sujetos son
dueños de los animales de
caza, de las plantas
silvestres, de las fuentes,
ríos, lagunas y lluvias, de
los cerros y cavernas, de la
tierra, de los vientos y de las
nubes...

 

Se le suele describir como una
mujer hermosa que
está en su palacio


peinando sus largos
cabellos con un peine de oro,
o recorre los campos
cabalgando una danta.

 

Se transforma a sí misma
bondad de sus rasgos

 

Le deposito ofrendas
invoco su espíritu

 

Se cubre de objetos preciosos
Solicito sus favores en la
celeste mansión
Cura la picada de culebra
se deja encender velas

 

Allí... son convertidos en
piedras o se encantan...
se vuelven tontos o locos, o
son internados en el
encanto (habitación de
Dios de donde no
regresan jamás)

 

Se seca el pelo
se lo acaricia
Se llena de pájaros, se baña
se cubre con una danta negra
pasa y se sonríe

 

Con suave intensidad se
ilumina de sombras
rostro agraciado
Pasa precipitada
y sin conjurar permanece
en los altos balcones
Ella que es la mujer
hermosa de la selva
en la playa se le enreda el
cabello

 

-Qué parte es esa tan bella
de la música- dice
Y viene con el peine
desenredándose el cabello
Su presencia se asoma
a la madrugada
Llega y cae en mis brazos
y me rechaza
Quiere amor y más nada
Siento cuando su mano
me recorre el cuerpo
Me acaricia
Le acaricio el sexo
La inculco de su creación
y con un simple ademán
se aparta de los rasgos
de su estilo primitivo
Caracterizo el sueño
Invoco los objetos
preciosos
Depósito en el santuario
mi vida terrena

 

Ella corre con ligereza y
cuando abre sus pechos Es la
viva explicación de sus ritos
La mujer danta
equilibrada en los afectos
de la noche
La baño con oro negro
ella me baña con oro negro
y su poderosa fuerza
corresponde
a su manifestación de
divinidad

 

En el presente ciclo
y en todos los tiempos
renace de sus ríos