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En el año 2009 emprendimos una audaz intervención en el mundo. los amigos nos señalaron los riesgos que corríamos. Se trataba del proyecto binacional “Cultura política y diversidad cultural: Empoderando ciudadanía en poblaciones” cuyos dos componentes principales entrelazaron el empoderamiento de mujeres en el ejercicio de sus derechos y un proceso de reflexión —en el que también participaron hombres— sobre la democracia, sus instituciones y nociones básicas, analizando las equivalencias desde una mirada del ideal de democracia participativa, inclusiva y multicultural. en general, desde un sistema político abierto que permitiera a todos,, vivir en libertad según sus pautas culturales, participar organizadamente en la toma de decisiones políticas y con control ciudadano del ejercicio del poder. nuestro margen de apertura conceptual estuvo dado por la vigencia plena de los derechos humanos, incluyendo los colectivos.

el análisis de la cultura política se debía plasmar en un estudio Binacional que es el que ahora presentamos; los aprendizajes colectivos adquiridos mediante ejercicios democráticos prácticos de las mujeres debían concretarse en sendos encuentros binacionales esencialmente interculturales, en los que se analizarían sus vivencias democráticas originadas en el proyecto.

desde el inicio del proyecto se planteó el dilema de la lengua. Todas las actividades y reflexiones debían ser, sin embargo éramos conscientes de que trabajaríamos con conceptos y valores que en su definición inicial no provienen de una ver- tiente, por ejemplo “derechos”, sino pertenecientes a una cultura que de ser de dominación debe pasar a ser de promoción e inclusión. durante todos los procesos se trató de rescatar los valores de la democracia, sobre todo de aquellos que permiten la coexistencia multicultural, tales como la participación, la tolerancia, la apertura, el respeto y la valoración de lo diferente, tratando de un modo especial los derechos colectivos de los pueblos. el análisis político de etnia y clase, así como el del patriarcado, atravesó la reflexión y en general la intervención. Por ello, muchas veces surgió la pregunta sobre si un determinado proceso era producto de la cultura o de la pobreza y la exclusión social.

Para llevar adelante el proyecto y el estudio Bi- nacional, en primer lugar hicimos una línea de Base cualitativa en ambos países conducida por Iliana estabridis. el dilema central del idioma volvió a plantearse. Hacer la línea de Base era lo natural, para no perder la riqueza de las auténticas expresiones, pero si nuestra intención era socializar la experiencia, de todos modos debíamos traducirla al castellano, cayendo en el riesgo que queríamos evitar, cual era teñir con nuestras percepciones y eventualmente distorsionar las expresiones originarias.

Finalmente se hizo, con personal especializado, y se tradujo al castellano . es un documento muy rico, cuya base contiene decenas de testimonios de hombres y mujeres debidamente registrados y grabados.

luego se siguió un proceso de talleres de inmersión con las mujeres que llevaba a la reflexión y la ejecución de actividades de diverso tipo (educativas, productivas, o sociales), definidas por ellas mis- mas, que tenían la sola condición de ser diseñadas, ejecutadas y evaluadas con reglas y pautas democráticas. esta experiencia fue sistematizada a fin de alimentar el estudio.

la metodología seleccionada para promover el estudio de la cultura política suscitó controversias entre los y las especialistas. Propusimos un esquema de reflexión a partir de determinados conceptos de la democracia como son derechos, deberes, justicia, autoridad, poder, institución, control, género, violencia de género, transparencia. Buscábamos una concreción que facilitara —en base a la traducción o adaptación de estos conceptos al— remitir al análisis y procesos reflexivos sobre la democracia, sus valores y principios así como sus vacíos y defectos. Final- mente, sabemos que el idioma expresa a la cultura. Así por ejemplo “derechos” no tiene una traducción literal; entonces para denominar el concepto se empieza por preguntarse por qué no existe la palabra en y esto qué implicancias políticas tiene. A partir de este proceso, las mujeres con las que se trabajó el proyecto, reconstruyeron diversos conceptos lo que nos permite inferir las percepciones de la democracia que tenemos con sus limitaciones y virtudes y, por otro, el ideal de sis- tema político, muy cercano al ideal de democracia esbozado anteriormente/

Finalmente, queremos señalar que esta apuesta surgió como necesidad de dar respuesta a un vacío detectado a propósito de años de trabajo en zonas rurales, cual era el sentimiento de comunicación fallida entre hispano y hablantes en torno a la esfera política; específicamente sabíamos que al referirnos a determinados aspectos políticos no estábamos hablando de lo mismo. Sin soslayar las críticas recibidas, queremos aportar con información que sirva de punto de partida para la reflexión en torno a este tema. Para evaluar y valorar este estudio se debe tener en cuenta que por su propia naturaleza, una actividad que explora nociones y conceptos, tiene necesariamente puntos de partida que en este caso corresponden a la ciencia política. estos cuestionamientos, sin embargo, promovieron discusiones en el equipo, pero finalmente ratificamos la validez de nuestra apuesta, cual es, el aporte al diálogo político intercultural, con el propósito de motivar en quienes detentan el control del estado, del poder y de la política, la reflexión sobre las barreras culturales y la necesidad de adecuar la perspectiva política predominante a las miradas de los pueblos, y sobre todo poner en evidencia que una auténtica comunicación política requiere de sensibilidad para comprender otras concepciones del mundo, otra institucionalidad, distintos horizontes normativos además del conocimiento y uso de la lengua del pueblo destinatario.

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dada la enorme cantidad de material del que disponíamos, acordamos encargar a un solo especialista la tarea de precisar las ideas centrales y seleccionar los aportes más ricos, así como los testimonios más ilustrativos contenidos en diferentes documentos del proyecto. en base a un esquema elaborado en forma colectiva, le encomendamos a Alejandro diez, acreditado profesional y académico en la materia, esta tarea que asumió con mucho entusiasmo. le agradecemos por sus aportes y su gran capacidad de síntesis.

conceptos de la democracia re-elaborados o reconceptualizados desde la cultura y en su propio idioma. Sus destinatarios son —aparte de los actores políticos— las instituciones responsables de la educación cívica, ciudadana y electoral así como las instituciones de la Haga clic para más sociedad civil que vigilan los procesos políticos y electorales.

Agradecemos a todas las personas que han colaborado con esta experiencia, tanto de fuera como de dentro de nuestras instituciones y de modo especial a Malin ljunggren Bacherer, nuestra responsable de proyecto dentro de la Unión europea, quien confió en el equipo y en el proyecto. extendemos estos agradecimientos al personal profesional, técnico y administrativo de nuestras instituciones que nos han acompañado durante esta intensa experiencia, así como a las personas que nos acompañaron con sus críticas y aportes en los conversatorios sobre democracia intercultural y resultados preliminares del estudio.