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TEXTO PUBLICADO EN LA RED EL 19 DE SETIEMBRE DE 2016

 

¿ESTÁN PREPARANDO UN ATENTADO DE FALSA BANDERA EN BARCELONA?

POSIBLES BENEFICIARIOS DE UN ATAQUE ISLAMISTA EN BARCELONA:

EL GOBIERNO ESPAÑOL

 

Evidentemente, el primer gran beneficiario de un ataque de Estado Islámico en Barcelona, sería el propio Estado Español, pues significaría, muy posiblemente, un golpe definitivo al proceso soberanista catalán. Para empezar, porque un ataque terrorista de corte islamista en Barcelona, permitiría al gobierno español demostrarle a toda la población catalana que “Cataluña es demasiado débil y pequeña para hacer frente por sí sola, sin el apoyo del estado español, a los enormes riesgos que conlleva el mundo actual”.

Y en caso de que se produjera el atentado, de nada les serviría a los nacionalistas catalanes denunciar que “el gobierno español no les ha sabido proteger”, aduciendo una posible “dejadez” o“incompetencia” por parte del ejecutivo central, puesto que países dotados de servicios secretos mucho más efectivos que España, como por ejemplo Francia, también son víctimas de ataques terroristas.

De hecho, un atentado islamista en Barcelona permitiría al gobierno español vender precisamente el argumento contrario a través de sus poderosos altavoces mediáticos: que es el gobierno catalán el que actuó con incompetencia y no supo proteger a su población, al disponer en gran parte de las competencias de seguridad traspasadas a su policía autonómica, los Mossos d’Esquadra.

Esos mismos altavoces mediáticos serían usados para vender la idea de que la policía autonómica catalana no colabora adecuadamente con los servicios de seguridad españoles, aduciendo que oculta información debido a la “deriva separatista” que vive Cataluña y sus intentos de desconexión de España.

De hecho, esta idea ya ha sido presentada en los medios de comunicación (en el ejemplo siguiente ponemos uno próximo a la órbita socialista), lista para ser usada como arma argumental en un futuro… -El Periódico (16-11-2015): “La ausencia total de colaboración policial entre los Mossos d’Esquadra, que es la policía desplegada sobre el terreno, y el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y la Guardia Civil se traduce en una enorme deficiencias de seguridad. La relación entre cuerpos policiales –influenciada por la situación política—es pésima y, en el caso de Mossos y CNP, es más bien de guerra abierta” http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/cinco-claves-que-explican-por-que-catalunya-tanvulnerable-ataque-yihadista-4677142

Asimismo, un atentado islamista perpetrado en Cataluña por presuntos islamistas autóctonos, permitiría también al gobierno español criticar los mecanismos de integración social de la Generalitat de Cataluña (el gobierno autonómico catalán) y sobretodo su modelo educativo, pues podría centrarse el foco sobre él, acusándolo de “no dedicar recursos a evitar la radicalización de los alumnos de origen musulmán”.

Por lo tanto, todo ello, contribuiría a venderle a la población catalana (y a toda la española) la necesidad de recentralizar el poder en el Ejecutivo Central, bajo el pretexto de “ser más efectivos ante las amenazas exteriores”; además, le permitiría al gobierno español iniciar una campaña efectiva de recorte drástico de todas las competencias derivadas a las autonomías, especialmente en lo que se refiere a temas relacionados con la seguridad y la educación.

A esta estrategia se sumarían gustosamente todos los poderes del Estado (empezando por la monarquía) y los principales partidos políticos (PP, PSOE y Ciudadanos). Pero no terminan aquí las grandes ventajas para el gobierno español. Un atentado terrorista islámico en suelo catalán, permitiría al gobierno central desplegar fuerzas de seguridad en Cataluña (Policía, Guardia Civil, e incluso el Ejército), aduciendo que la policía autonómica es incapaz de afrontar por si sola la amenaza terrorista. Algo que posiblemente muchos elementos del gobierno querrían hacer y no se atreven a hacer, por los efectos contraproducentes que tendría. En tal caso, difícilmente, los nacionalistas catalanes podrían criticar tal despliegue, que sería vendido como “una protección necesaria ante la amenaza terrorista, tras el brutal golpe sufrido”.

A toda esta maniobra, se le podría sumar una campaña mediática a nivel nacional, de apoyo y solidaridad hacia la comunidad catalana, que sirviera para estrechar lazos a nivel emocional y nacional y demostrar “el cariño que España tiene hacia Cataluña”; además, tras una campaña de esta índole, los separatistas catalanes que se atrevieran a seguir defendiendo la independencia catalana de forma radical y explícita, podrían ser presentados como “unos desagradecidos insensibles que defienden intereses fanatizados y espúreos”.