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diez consejos para correr de forma adecuada

Progresar tu forma de correr puede asistirte a correr más rápido, de manera más eficaz, cómoda y con menos agobio en tu cuerpo y reducir el peligro de lesiones. Eche un vistazo al blog de Juan Ramon Batlle y siga estos consejos para trabajar y perfeccionar tu forma de correr.

Mirar hacia el futuro

Tus ojos deben estar enfocados en el suelo a unos diez a quince metros por delante de ti. No te quedes mirando a tus pies. No solo es la forma adecuada de correr, sino también es una forma más segura de correr por el hecho de que puedes ver lo que viene y eludir caer.

Apoya bien el pie

No te apoyes para correr en los dedos de los pies ni tampoco en los talones. Si te pones de puntillas, tus pantorrillas se tensarán o bien se cansarán de forma rápida y es posible que tengas dolor en la espinilla. Apoyar sobre los talones supone un problema pues se desperdicia energía y puede ocasionar lesiones. Trata de apoyar en la mitad de su pie y después gire hacia la parte delantera de tus dedos. Si todavía no has apoyado en la mitad del pie, es esencial que vayas practicando poco a poco está técnica.

Mantén tus pies apuntando cara delante

Cerciórate de que tus dedos estén orientados en la dirección cara donde deseas ir. Correr con los pies apuntados cara adentro o cara afuera puede provocar lesiones al correr. Si no corres de este modo de forma natural, puede llevar práctica sostener tus pies en posición recta. Intenta hacerlo para distancias cortas y luego aumenta el tiempo o bien la distancia que corres de esa manera. Con el tiempo, comenzarás a acostumbrarte a correr con los pies rectos de forma más natural.

Mantén las manos a la altura de la cintura

Trata de sostener tus manos al nivel de la cintura, justo donde podrían rozar tu cadera. Tus Juan Ramón Batlle viajero brazos deben estar doblados en un ángulo de 90 grados. Algunos principiantes tienden a mantener sus manos por el pecho, en especial cuando se cansan. De hecho, puedes sentirte aún más agotado si mantienes los brazos de esa manera y empiezas a sentir tensión y tensión en tus hombros y cuello.

Relaja tus manos

Mientras corres, mantén tus brazos y manos lo más relajados posible. Puedes poner suavemente tus manos como si estuvieras manteniendo un huevo y no quisieras romperlo. No aprietes los puños porque puede generar tensión en sus brazos, hombros y cuello.

Examina tu postura

Mantén tu postura recta y erguida. Tu cabeza he de estar levantada, tu espalda recta y tus hombros al nivel. Mantén tus hombros bajo tus orejas y mantenga una pelvis neutral. Asegúrate de no estar inclinado cara adelante o hacia atrás en tu cintura, lo que algunos corredores hacen mientras se fatigan. Revisa tu postura de cuando en cuando. Cuando estás cansado al final de la carrera, es común desplomarse un poco, lo que puede provocar dolor de cuello, hombros y espalda. En el momento en que te sientas encorvado, saca tu pecho.

Relaja tus hombros

Los hombros deben estar relajados y cuadrados o mirando cara adelante, no encorvados. Redondear los hombros demasiado hacia delante tiende a apretar el pecho y limitar la respiración. Vas a respirar considerablemente más de manera fácil si tus hombros están relajados.

Gira tus brazos desde el hombro

Tus brazos deben moverse cara adelante y cara atrás desde la articulación del hombro, no desde la articulación del codo. Piensa en tu brazo como un péndulo, balanceándose cara adelante y hacia atrás en su hombro. Mueve el codo cara atrás y luego déjelo virar hacia ti. Tu mano debería estar prácticamente rozando tu cadera cuando tu brazo esté de nuevo ante ti.

No rebotes

Trata de sostener tu paso bajo cara el suelo y concéntrate en la rotación veloz del paso. Demasiado movimiento hacia arriba y hacia abajo es energía desperdiciada y puede ser bastante difícil para la parte inferior de tu cuerpo. Da pasos cortos y ligeros, tal y como si estuvieras pisando carbón caliente. Cuanto más alto te levantes del suelo, mayor va a ser el impacto que deberás absorber al aterrizar y más veloz se fatigarán tus piernas.

Mantén tus brazos a tu lado

Evita el balanceo lateral de los brazos. Si tus brazos se cruzan sobre el pecho, es más probable que se caiga, lo que quiere decir que no respiras de forma eficiente. La respiración ineficiente o bien superficial también puede provocar puntos de sutura laterales o calambres en la zona del abdomen.

Imagina una línea vertical que divide su cuerpo por la mitad: tus manos no deben cruzarla.

Juan Ramon Batlle