LA REFORMA POLITICA DEL 2007
Después de las competidas elecciones del 2006, todos los partidos tenían deseos de cambiar las reglas del juego democrático vigentes hasta ese momento, el PRD quería expulsar a Luis Carlos Ugalde el Presidente del IFE, pero que en ese momento era constitucionalmente inamovible, era necesario reformar la Constitución para correrlo, lo cual es poca cosa para una constitución mil veces reformada, pero en medio de la zacapela post electoral, era necesario acordarlo en lo oscurito con el PAN y el PRI.
En el PAN lo que quería Felipe Calderón era que no hubiera panistas que se destacaran por sus talentos o por sus ideas, Felipe quería aplicarle al partido una “shigalevia” o igualamiento de los militantes no hacia lo mejor, sino hacia lo peor! Quería un partido de sumisos, de lacayos, de lamesuelas y para ello necesitaba impedirles a los panistas una vida democrática pareja y limpia, era necesario corromper a los panistas pero hacerlo respaldado dentro del marco constitucional, por ello impulsó las limitaciones en las "precampañas", para que cualquier panista no autorizado por Felipe Calderón que quisiera ser presidente de México, en cuanto lo mencionara quedara descalificado. Felipe Calderón no quería que le sucediera a él, lo que le sucedió a Vicente Fox, que un personaje de segunda categoría surgido de la nada y derrotara a su favorito. Las legislación de las "precampañas" impuso un auténtico bozal y collar a los panistas, obligándolos a mendigar lo que antes tenían por derecho propio o exigían con naturalidad.
El PRI, al cual no le importaba ni la suerte de Luis Carlos Ugalde ni el control de sus militantes, pues estos son caprinos de nacimiento, borregos incapaces de exigir nada, ni siquiera las sobras, tenía otro problema, realmente un gran problema: Debido a que generalmente los priistas tienen más cola que el dinosaurio más largo que haya existido, sufrían mortalmente cuando les “sacaban sus trapitos al Sol” y claro que al calor de la elección los chamucos priistas hediondos y pestilentes terminaban perdiendo las elecciones, así que ellos pidieron que se prohibieran las “Campañas Negativas” entendiendo por estas a cualquier campaña en que se dijera algo negativo del candidato, de su vida familiar, de sus negocios sucios, de sus concesiones insultantes, de sus raterías vulgares, de su ignorancia rebuznante, de sus malos hábitos, de su ineptitud, de sus miserias humanas y lo lograron totalmente, gracias a los equipos de panistas y perredistas tarados que negociaron la reforma política en 2007, logrando gracias a ella que en lo sucesivo, las campañas solo fueran de critica “positivas”. Los candidatos debatirían sobre puras idioteces, puras insignificancias como planes de trabajo, proyectos y programas de gobierno o reformas estructurales, en suma nada importante!, pues esos planes, proyectos y programas se venden a peso el kilo. Pero se convino que a estas insignificancias se le daría la apariencia de cosas de gran relieve, pues a final de cuentas los mexicanos somos unos pendejos, que con cualquier proposición imbécil balamos de admiración y de felicidad.
Los tres partidos lograron lo que querían: El PRD se “vengó” de Ugalde, pues lo sacaron con una sonora patada en el trasero, ahora trabaja en algo decente, se dedica a la academia, pero también tiene una empresa que da servicios al gobierno y por darle gusto a AMLO, le pagamos a Luís Carlos Ugalde una fabulosa indemnización para evitar que interpusiera amparo alguno contra el puntapié que recibió donde se le arremolina la espalda. Por su parte la dirigencia nacional del PAN ahora controla a los panistas de la misma manera que el PRI controla a su ganado, es decir nos controla como como si fuéramos borregos, aunque todavía existen panistas que luchamos contra la “mano visible” de nuestro Hitler criollo: Felipe Calderon. A final de cuentas la Reforma Política del 2007 convirtió al PAN de ser un partido político a una sociedad mercantil, administrada por un Consejo de Administración bien remunerado y mejor amaestrado, con gerentes regionales, apoderados y promotores que a cambio de sus indignos servicios reciben de Felipe Calderón, como único accionista, un jugoso reparto de utilidades, en tanto al resto de la borregada se nos mantiene en engorda, con los sobrantes del banquete y esto solo para tenernos listos para ser trasquilados o acuchillados, según le apetezca a nuestro pastor.
El mas ganón fue el PRI, pues sin campañas negativas ningún otro candidato o partido puede criticar a Enrique Peña Nieto, así su analfabetismo funcional no es, ni será tema en esta campaña y hasta Andrés Manuel López Obrador se muerde la lengua cuando quiere aludir al feo papel que hizo Peña nieto en la Fil de Guadalajara, donde no pudo mencionar a tres libros y a sus autores. Claro que López Obrador es otro ignorante y lo único que ha leído aparte del himno del PRI que él escribió en un momento de pasión partidista, es la Santa Biblia, la que siendo una gran lectura, no basta.
Por lo anterior tenemos el escenario político que estamos viendo: Militantes sumisos, cúpulas todopoderosas, campañas banales y candidatos burros, analfabrutos a los que ningún contendiente, partido o candidato puede criticar, so pena de ser expulsado de la contienda.
Por Antonio Limón López